Cristo del Rescate
Cristo coronado de espinas, capta el momento de su prendimiento
Cristo del Rescate
Estandarte de Cristo Rescate
Esta pieza destaca sobremanera por la sobriedad del ajuste cromático que domina la obra. El elemento más importante de la composición es la imagen de nuestro Señor realizada con la técnica del bordado matizado con sentido horizontal. La dirección de la puntada ayuda a transmitir un sentido de quietud, de estatismo que refuerza la sumisión de Jesucristo en el momento del prendimiento en Getsemani.
El contraluz supone un revulsivo en el bordado lorquino, se trata del único de la Semana Santa de Lorca realizado con esta idea realizada con grises y añil que se fusionan con las tonalidades doradas que hacen las veces de áurea simbolizando la divinidad. Destaca al cuello la cuerda del Prendimiento, iconografía tradicional que se aúna al corinto de la túnica que da continuidad al campo del estandarte. Es destacable el hecho de que no se opta por el tradicional violeta permanente, más conocido como morado, sino por un color rico en trazas de magenta que acerca la tonalidad a la de la sangre, por tanto un sentido penitencial más acusado. Toda la decoración, realizada completamente en oro se acomete con una traza de simetría libre que deja claro una delineación a mano, el diseño recuerda dos elementos fundamentales de la Pasión: las cuerdas del prendimiento y las espinas que adelanta por tanto el siguiente capítulo de la coronación.
Trono Cristo Rescate
El trono es llevado en andas por 82 costaleros. Fue el primer trono en andas que procesionó en la carrera de la Avda. Juan Carlos I, en el año 1.985.
Va precedido por un tercio de la Legión, desfila el Jueves Santo.